miércoles, 9 de noviembre de 2011

Intruso

Llamaste a mi puerta y no tuve mas remedio que abrirte.
Viniste a por algo que era tuyo.
Te lo di.
Me besaste, pero te fuiste con ella.
Te diste la vuelta y guiñaste un ojo.
Supe entonces que empezábamos de nuevo...
Y entonces...
la sonrisa me ha despertado.
No se por qué te sigues colando así en mi vida...

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